En estos momentos que han surgido nuevos cambios en la regulación, es importante recordar la estructura de la industria eléctrica y el funcionamiento de los mercados de energía, que hoy por hoy, coexisten en México.
Mercado Eléctrico Legado
El primer mercado de energía sin contar con un nombre oficial, al que nos referiremos como Mercado Eléctrico Legado, surge bajo la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) con el esquema de las Sociedad de Autoabastecimiento Legado.
Algunos de sus puntos clave son:
Las empresas que se autorizaron bajo este esquema invirtieron en centrales de generación para autoabastecer sus plantas de producción y en caso de tener excedentes podrían sumar a nuevos socios a través de la venta de una participación accionaría mínima a otras empresas sin ninguna relación previa, es decir, como clientes.
Grandes empresas especialistas en generación de energía invirtieron en centrales eléctricas renovables y gas, con el único objetivo de vender la energía a clientes particulares y/o grandes grupos industriales, por lo que efectivamente constituyeron sociedades con una venta accionaria mínima con sus clientes para simular cumplir con los requisitos de la LSPEE.
Las sociedades de Autoabastecimiento Legado no operan bajo la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) por lo que sólo incluye el Costo por Porteo como una referencia al costo de inyección y extracción en el punto a y b, no contemplando ésto todos los costos asociados a la energía, por lo que era necesaria una reforma energética.
Hasta el 31 de diciembre del 2019 existió la posibilidad de sumar nuevos clientes a este mercado.
La Reforma Energética no modificó las reglas de operación de este esquema ni su permanencia.
Hoy 28 de mayo de 2020, se abre la revisión en la Comisión Reguladora de Energía (CRE), para el incremento de los precios de Transmisión y Distribución de estos contratos, por lo que los clientes deberán revisar si su proveedor de energía les trasladará estos nuevos costos a sus recibos (se recomienda revisar su contrato de suministro PPA).
Es muy probable que estas empresas privadas busquen amparase bajo el principio de que la ley no puede ser retroactiva.
La mayoría de los clientes que tienen un suministrador privado de energía, están en estas sociedades con una participación accionaría mínima.
Mercado Eléctrico Mayorista
Algunos puntos para entender este mercado son los siguientes:
Tras la Reforma Energética se promulga la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) definiendo todo el marco regulatorio del sector, creando un mercado liberalizado de energía con múltiples actores: Suministradores de Servicios Calificados, Suministradores de Ultimo Recurso, Suministradores de Servicios Básicos, Usuarios Calificados, Usuarios Calificados Participantes del Mercado, Generadores, Comercializadores No Suministradores, Transportista y Distribuidor.
El Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) permite identificar la cadena de valor de la energía que es la suma de todos los componentes que integran la tarifa eléctrica: Energía, Potencia, Servicios Conexos, Congestión/DFTs, Cargo del CENACE, Cargo del Suministrador, Transmisión, Distribución y los Certificado de Energía Limpia (CEL). Lo anterior, es muy importante porque podemos identificar la competitividad de cada uno de los elementos y sus operadores para buscar optimizar los costos para los usuarios y dirigir las inversiones del país para diminuir los subsidios.
Los usuarios de alto consumo se les conoce como Usuarios Calificados (UC) y deben tener una demanda de 1 MW al menos para poder comprar a través de un Suministrador de Servicios Calificados (SSC) quien será su representante ante el MEM.
Los Usuarios Calificados Participantes del Mercado (UCPM) pueden comprar su energía directamente en el Mercado Eléctrico Mayorista sin requerir de un representante o firmar contratos de cobertura con Generadores. Deben contar con un demanda de 5 MW y un consumo de 20 GWh al año y tener su escritorio 24/7 ante el CENACE para dominaciones de su energía.
La Secretaría de Energía (SENER) continua definiendo la política energética del país.
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) es el órgano regulador independiente, que tiene la facultad de establecer, vigilar y modificar el desarrollo del mercado abierto con transparencia; fomentar el crecimiento y operación del mercado abierto a través de la libre competencia.
El Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) tiene la facultad del control operativo del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y la Operación del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), así como realizar los estudios de impacto al sistema y definir la infraestructura requerida para cumplir el código de red de todas las interconexiones de centrales eléctricas y conexiones de centros de carga en tensión mayor a 69 Kv en coordinación con el transportista. En caso de ser conexiones menores a 69 kV quien define la infraestructura requerida será el Distribuidor. Los Manuales Operativos contienen todos los procedimientos para la conexión de estas centrales y centros de carga.
Este mercado es similar en su estructura al de todos los países con mercados de energía abiertos, en donde la oferta y la demanda establecen los precios de la energía. La participación del gobierno es de conducción, estableciendo un piso parejo para todos los integrantes del mercado tanto privados como para las empresas productivas del estado.
Esto crea la posibilidad de que los clientes puedan negociar diversos aspectos claves en su contrato como el precio de la energía, potencia y CEL, tiempos de contratación, mientras que los conceptos regulados por la Comisión Reguladora de Energía deben ser pass-through.
Como parte de la Ley de la Industria Eléctrica se crearon las subastas como un mecanismo para ayudar a la CFE Suministrador de Servicios Básicos (SSB), a obtener energía limpia y barata con Generadores que compiten en precio por periodos de contratación de largo y mediano plazo.
Conclusiones
Como vemos, al coexistir 2 mercados de energía soportados por LSPEE y LIE y al evaluarlos podemos obtener múltiples conclusiones:
Se crean diversas opciones para los clientes que pueden evaluar propuestas para el suministro de su energía y una estructura desorganizada en el sector eléctrico mexicano, además, la legalidad de las sociedades de autoabastecimiento simuladas es un aspecto que se debe revisar conforme a derecho basado en la Ley de Sociedades Mercantiles y demás normatividad aplicable.
La política energética actual promueve ordenar la industria eléctrica y esta dualidad de mercados que aún permanece, pero al mismo plantea fortalecer a CFE como la empresa productiva del estado, destacando que con base en la Ley de Industria Eléctrica, CFE debe competir en igualdad de condiciones con los otros Generadores y Suministradores del Mercado Eléctrico Mayorista.
La creación del Mercado Eléctrico Mayorista, la cadena de valor de la energía y la separación de CFE nos muestra cuáles son los eslabones más rentables de dicha entidad:
CFE Transmisión reporta utilidades en 2019 por $18,000 millones de pesos
CFE Distribución reporta utilidades en 2019 por $14,000 millones de pesos
En las filiales de Generación, únicamente CFE Generación V no reporta pérdidas.
CFE Corporativo registra gastos en servicios personales por $67,000 millones de pesos.
Esto es de gran utilidad para la nación, ya que se debe invertir en los proyectos estratégicos para eliminar los subsidios, fomentando la competitividad de cada uno de los segmentos, invirtiendo de forma optimizada los recursos de la nación e invitando a la Iniciativa Privada a realizar inversiones conjuntas para ello.
La cancelación por parte de SENER de grandes proyectos de líneas de transmisión vía asociaciones público-privada y la baja inversión directa por parte de CFE Transmisión en los últimos años, generan un embudo para la incorporación de nuevas centrales eléctricas que aprovechen el basto potencial renovable de nuestro país.
La organización de los mercados, la inversiones (público y privadas) en segmentos estratégicos de generación y transmisión, la incorporación de las energías limpias y nuevas tecnologías de almacenamiento deben ser prioridad para la política energética para impulsar el mercado liberalizado de energía en México para el desarrollo de nuestro país y por el cuidado al medio ambiente.